Todo el tiempo del mundo.

 

Tenemos todo el tiempo del mundo para conocernos; tenemos miles y miles de abrazos que darnos, cientos y cientos de besos, muchas más de miles de sonrisas que sacarnos el uno al otro con un simple chiste. Tenemos mucho tiempo para conocernos y para saber lo que nos gusta y lo que no del otro. Más tiempo aún para saber si de verdad nos importa lo que piense la gente acerca de nosotros. Tenemos todo el tiempo del mundo para respetarnos; para compartir momentos, para reír juntos, para llorar por simples tonterías, para oírnos, para decirnos cosas bonitas, para dedicarnos canciones y textos, para dar envidia a la gente, para pasearnos por las calles cogidos de la mano. Tenemos todo el tiempo del mundo para amarnos; para contarnos secretos que no hemos contado a nadie; para ser nosotros mismos sin ninguna careta; para tener sueños en común e ideas similares. Tenemos todo el tiempo del mundo para estar juntos, pero por ahora tú no sabes todo esto, por ahora no sabes que va a pasar algo, ni siquiera yo lo sé, nadie lo sabe. Pero el destino es impredecible y... quien sabe, a lo mejor en unos meses, nos vemos teniendo todo el tiempo del mundo para realizar estas cosas...

Días en los que me siento sin inspiración, cuando me quedo parada frente al ordenador, mirando la pantalla pero sin ver nada, pensando en cosas pero sin encontrar nada que me convezca, intentado encontrar algo bonito que decir para publicar en este blog, pero nada me sirve, nada de lo que pienso me gusta. Me levanto y ando un poco por la casa, voy hasta la cocina y me tomo un vaso de agua, voy hasta el salón y miro la televisión que mi madre se dejó encendida en esa telenovela que le gusta tanto y que yo aborrezco, voy al baño y me miro en el espejo, y me doy cuenta de que no me gusto y de que mi aspecto me desagrada, vuelvo a la habitación y me vuelvo a sentar, pienso en lo que acabo de hacer y en lo que me acaba de salir y lo escribo, después pulso enter y ya está, publicado. Día tras día, ¿nada va a cambiar?

Quien no arriesga no gana.

Tenemos miedo a tantas cosas; a la muerte, a no ser aceptado por los demás, a fracasar en nuestros sueños, a no vivir la vida que habíamos pensado, a perder a un ser especial, a no poder ser capaces de disfrutar de verdad... Tenemos miedo a muchas cosas, a tantas que en este momento ya no se me viene ninguna a la cabeza. El ser humano es así, tonto; tiene miedo de cosas que aún no le han pasado y que ni siquiera sabe si le van a pasar.

Para poder disfrutar hay que dejar de tener miedo

Tener un buen momento

Tener un buen momento; estar con la gente a la que quieres, pasar una tarde de invierno en el sofá, reírte durante largos minutos, estar tumbado bajo el sol, el olor de la hierba recién cortada, hacer algo por ti mismo, que te digan que te quieren, escuchar las historias de tu abuela, las comidas familiares, ver a alguien al que hace mucho que no ves, quedarte levantado hasta tarde, tomarte un helado y que se te derrita en la mano, pisar las hojas caídas de los árboles, encontrar dibujos de cuando eras pequeño, ver esa serie que te gusta tanto, caminar durante horas para llegar a algún sitio, perderte con tus amigas, grabar vídeos para la posteridad, ver una película de tu actor favorito, jugar en la calle hasta tarde, el olor del mar, levantarte en Navidad y ver todos los regalos que hay y sentirte como un niño pequeño, que la persona que te gusta te felicite tu cumpleaños, conseguir llegar a un nivel alto en un juego difícil, encontrar sitios perdidos de la mano de Dios, mirar álbumes de fotos, sentirte nostálgico... Todos tenemos un buen momento todos los días.