sábado, 16 de febrero de 2013

Con olor a café


Me enamoré de la mañana y de la forma en la que sonreía cuando algo le parecía gracioso. Me enamoré de sus pequeños detalles y del último libro que leí. Me enamoré de cómo caminan los gatos y del olor a pan tostado. Me enamoré del viento fresco a las nueve de la mañana de un día de julio y de lo fácil que le parecía solucionar los problemas. Me enamoré de la voz de John Lennon y de la forma en la que escribía la letra f. Me enamoré de todo y más, pero no me enamoré de él.

Las palabras se las lleva el viento

Promesas... no hagas demasiadas o acabarán perdiendo significado. Si haces una, asegúrate de que la vas a cumplir y no la tires justo después de darte la vuelta, de lo contrario no te esfuerces en hacerla. 

Es lo que tienen las promesas que, quieras o no, son solo palabras sin valor, como todas las demás.

jueves, 14 de febrero de 2013


Si estamos bien aquí y ahora, ¿de qué nos sirve preocuparnos sobre el futuro, por muy cercano que sea?

miércoles, 13 de febrero de 2013

No siempre somos lo que creemos ser.

Somos egoístas.Siempre queremos recibir más de lo que en realidad nos merecemos o de lo que damos. No nos conformamos con poco, aunque digamos lo contrario. Supongo que por este hecho también somos todos algo hipócritas, hasta la persona que dice que no lo es, lo es. Todos, absolutamente todos, somos egoístas en algún aspecto de nuestra vida. Al final es lo de siempre, cada uno se preocupa de salvar su propio culo y de nada más, aunque digamos que en cierta situación haríamos lo contrario, solo decimos eso para quedar bien, porque en realidad no lo haríamos, nos quedaríamos sentados, mirando lo que pasa a nuestro alrededor y luego nos lamentaríamos por lo sucedido.

Somos egoístas, reconozcámoslo.