domingo, 31 de marzo de 2013

Te podría escribir cientos y cientos de cartas contándote mil cosas y seguirían sin ser suficientes. Te podría llamar a las tantas de la madrugada solamente para escuchar tu voz o caminar durante horas para ver tu cara, por muy cliché que suene. Te podría hacer café todas las mañanas y seguro que todas ellas me sabrían a pocas. Podría hacer muchas cosas, ¡hasta olvidarme de ti,  si algún día lo quisieras!

martes, 19 de marzo de 2013

En un mar de confusiones.

Mi cabeza se compone de pensamientos sin nexo, de ideas inacabadas y de gustos dispares. La gente me pregunta qué me pasa y no soy capaz de darles una respuesta exacta. No me entiendo ni yo.


sábado, 9 de marzo de 2013

Reflexiones a las tres de la mañana.

Cuando ya no pueda más y el cielo se vuelva gris y el tiempo pase lento estando a su lado. Cuando quiera que llegue septiembre para empezar las clases y ya no me guste acostarme tarde y los planes de los sábados se vuelvan rutina. Cuando no actúe por impulsos y medite las cosas antes y los días se vuelvan más cortos. Cuando no me apetezca pasar una tarde de verano rodeada de mis amigos y no quiera tomar un helado porque se derrite y ensucia las manos. Cuando me preocupe más por el desorden de mi habitación que por el de mi vida y me aburra ver mi película favorita. En ese momento, sabré que no merece la pena seguir aquí, porque habré perdido las mejores cosas de mi vida.


viernes, 1 de marzo de 2013


Y se fue, de la misma forma en la que se va febrero y llega marzo. Sin avisar. Pero en este caso, nada iba a llegar.