lunes, 20 de julio de 2015

Teño poucas ganas.





No me preguntes ningún por qué
que no tengo ninguna respuesta
y la noche se está haciendo
demasiado oscura, 
igual que el café que el hombre,
de aquella cafetería, bebía.
Mientras, yo, aburrida como siempre,
te esperaba un día más, sin ser
más especial que otro cualquiera.

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