2:27 am.

Resulta que ayer por la noche se murió una profesora del instituto al que solía ir. Llevaba ya enferma algún tiempo y no aguantó más. A veces, aunque parece que las cosas se ven venir, siempre se guarda ese pequeño ápice de esperanza, de ilusión por que cambien drásticamente y vuelvan a ser como antes, como cuando estaban bien. Realmente yo no conocía a esa mujer, pero da que pensar. Mucho. Y nos pasa a todos. De repente, por una razón o por otra, te encuentras un viernes a las 0:08 pensando en qué coño estás haciendo con tu vida y si realmente vale la pena el esfuerzo que estás poniendo en tus estudios o incluso en tus relaciones y en cualquier momento se puede acabar todo, ¿valdría la pena dejarlo todo y esforzarse en vivir de verdad? Realmente no lo sabes, y comiéndote la cabeza no vas a conseguir saberlo. Así que, a las 0:10, te pones a buscar desesperadamente cualquier manera para fumarte un cigarro sin que se den cuenta en casa.