viernes, 19 de abril de 2013

Antes de las 9:00 am.

"Pero antes de que te vayas, me gustaría decirte un par de cosas. No es que crea que te vayan a hacer cambiar de opinión o tomar decisiones diferentes, pero es que estos días no he dejado de darles vueltas en la cabeza, y creo que es importante que las sepas. Primero, te quiero agradecer no haberte ido de mi lado durante este tiempo, que si, que ha sido corto y puede que no lo hayamos aprovechado del todo, pero te lo quiero agradecer de todas  maneras,  porque de la misma manera en la que personas que han estado ahí siempre, esta vez no lo han hecho, y tú sí. También te quería agradecer esos abrazos imprevistos o esas palabras de ánimo hacia cosas por las que yo no habría dado ni un céntimo; por esos planes que, aún sabiendo que no los íbamos a poder llegar a realizar, tú los preparaste y los pensaste de todas maneras, por lo tanto, también te doy las gracias por eso. ¡Ah! Y por esas tardes en las que te sinceraste conmigo y hablamos de cosas de las que nunca habíamos hablado con nadie. Pero no quiero que pienses que solo te vengo a dar las gracias para que sientas remordimientos por las decisiones que tomaste y las cambies, no. Aborrezco lo pesado que eres con ciertos temas, o las actitudes o reacciones que tienes cuando te digo o hago algo. No soporto esas veces que se te da por comportarte como un niño pequeño o esas en las que te niegas a escuchar todo lo que te quiero decir. Tampoco me gusta que no quieras entender lo que te digo ni que te olvides de ciertos planes ni que me hagas andar mucho. No aguanto no poder conocer ciertas partes de tu vida. Pero aún así, te voy a echar de menos.  Y te quiero decir que aunque esto haya sido breve y que seguro que tú me olvidarás nada más coger ese tren, yo no lo haré, y me acordaré con una sonrisa de las tardes de lluvia y las noches de verano. Gracias, por lo bueno... y por lo malo."

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