lunes, 24 de junio de 2013

La vida está llena de incoherencias, cada uno de nosotros lo estamos. Y por eso yo creo que somos tan complicados y le damos mil vueltas a una misma rotonda, porque no sabemos a dónde ir. Lo cual por una parte es bueno, si supiéramos siempre a dónde ir, ¿no sería todo mucho más aburrido? Antes tenía miedo de eso, de no saber hacia dónde caminar y qué camino escoger cuando se presentase un cruce, ahora ya no.
Y me acuerdo de algo que me dijo hace tiempo alguien importante:  
"Izquierda, derecha, izquierda, derecha, izquierda, derecha. Y para volver, al revés."

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