lunes, 10 de junio de 2013

Na terceira lectura


  Si te paras a pensar en todo; en el día a día, en los pequeños detalles, en las sonrisas vagas, en los saludos nerviosos, en las miradas perdidas... te das cuenta de tantas cosas. Cosas pequeñas, tan pequeñas que por eso mismo no habíamos reparado en ellas antes, pero que pueden significar un gran avance, o un gran retroceso. Son todas esas cosas las que te ofrece la vida, en su mayor o menor medida, las que no apreciamos y que por otra parte tienen tanta importancia... 

  Un día triste, un cielo gris, una nube que pasa lenta y que amenaza lluvia. La semana se tiñe de un color oscuro, ese que no nos gusta nada y que nos inspira desconfianza. Pero a lo mejor, si aprendemos a darle valor a todas esas pequeñas cosas que nos da una mano amiga, la vida no se volverá tan gris; ni hoy, ni mañana... ni a lo mejor tampoco los lunes.


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